Además de la duración del sueño, es importante establecer una rutina diaria que facilite el descanso de los niños, una rutina estructurada antes de acostarse ayuda a los niños/as a prepararse para dormir y les proporciona un ambiente tranquilo y relajante que favorece el sueño.
Una posible rutina saludable para ir a dormir podría incluir:
- Merienda ligera
- Tiempo de juego y/o estudio
- Baño
- Ponerse la ropa de dormir
- Cena en familia
- Conversación en familia
- Cepillado de dientes
- Lectura de un cuento
- Habitación con temperatura agradable y sin ruido
- Acostarse en la cama
- Despedida y salida de la habitación
Además de establecer una rutina nocturna, existen varias sugerencias y consejos para promover una buena higiene del sueño en los niños/as:
- Mantener un horario regular de sueño
- Evitar el uso de dispositivos electrónicos antes de acostarse
- Proporcionar un ambiente tranquilo y confortable para dormir
- Estimular la independencia para que los niños/as se duerman por sí mismos
- Fomentar asociaciones positivas con el sueño
- Vigilar la calidad del sueño y buscar ayuda médica si es necesario
Es importante también desmitificar algunas creencias comunes sobre el sueño infantil.
Por ejemplo, se cree erróneamente que los niños/as deben dormir boca abajo, cuando en realidad se recomienda que duerman boca arriba para reducir el riesgo de muerte súbita del lactante. Además, es importante enseñar a los niños/as a dormirse por sí mismos y entender que las siestas son beneficiosas para su descanso y bienestar.
El sueño es un aspecto fundamental para la salud y el bienestar de los niños y al establecer rutinas saludables y promover una buena higiene del sueño, los padres pueden contribuir significativamente al desarrollo físico, emocional y cognitivo de sus hijos/as.